El software libre es ahora aún más importante



Esta es una versión muy adaptada de lo que se publicó en GNU.ORG

Desde 1983 el movimiento del software libre defiende la libertad de los usuarios de ordenadores para que sean los ellos quienes ejerzan el control del software que utilizan, y no al revés. Cuando un programa respeta la libertad de los usuarios y la comunidad, lo llamamos «software libre».
A veces también lo llamamos «libre» para enfatizar que nos referimos a la libertad, y no al precio. Algunos programas privativos, como Photoshop, son muy caros; otros, como Flash Player, son gratuitos, pero eso es un detalle sin importancia. En ambos casos esos programas someten a los usuarios al poder del desarrollador del programa, poder que nadie debería tener.
Esos dos programas, que no son libres, tienen algo más en común: ambos son malware. Es decir, ambos contienen funcionalidades que están diseñadas para maltratar al usuario. Hoy en día el software privativo a menudo es malware porque el poder que tienen los desarrolladores los corrompe. Ese directorio contiene alrededor de 350 funcionalidades maliciosas diferentes (hasta octubre de 2018), pero seguramente eso es solo la punta del iceberg.
Con el software libre los usuarios tienen el control del programa, tanto individualmente como en forma colectiva. Así, controlan lo que hace el ordenador (siempre que los ordenadores sean leales y hagan lo que los usuarios les mande hacer).
Con el software privativo el programa controla a los usuarios, y alguna otra entidad (el desarrollador o «propietario») controla el programa. De modo que el programa privativo da al desarrollador poder sobre los usuarios. Eso en sí mismo es injusto; además, el desarrollador se ve tentado a maltratar a los usuarios de otras maneras.
Incluso cuando el software privativo no es totalmente malicioso, sus desarrolladores se ven incentivados a hacerlo adictivo, controlador y manipulador. Se puede decir, como hace el autor de este artículo, que los desarrolladores tienen la obligación ética de no hacer tal cosa, pero generalmente siguen sus intereses. Si no quiere que esto suceda, asegúrese de que el programa esta bajo el control de sus usuarios.
La libertad consiste en ejercer el control de su propia vida. Si usted utiliza un programa para realizar actividades que afectan a su vida, su libertad depende del control que tenga sobre el programa. Usted merece tener el control de los programas que utiliza, especialmente si los usa para hacer cosas que para usted son importantes.

Conclusión

Todos merecemos tener el control de nuestra propia actividad informática. ¿Cómo podemos conseguirlo? Rechazando el software que no es libre en los ordenadores que nos pertenecen o que usamos regularment; desarrollando software libre; rehusando desarrollar o promover software privativo; difundiendo estas ideas.
Nosotros, y otros miles de usuarios, lo venimos haciendo desde 1984, y gracias a eso hoy tenemos el sistema operativo libre GNU/Linux, que cualquiera puede usar, sea programador o no. Únase a nuestra causa, ya sea como programador o como activista. Hagamos que todos los usuarios de ordenadores sean libres.

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